¿Es segura el agua del grifo en Gran Canaria?

Este es un tema que en Canarias no se discute porque es una de esas «verdades» aceptadas por todo el mundo que, si investigas un poco, resulta que no son verdad: «El agua del grifo de Gran Canaria no se debe beber». Realmente, nadie asegura que sea nociva, pero todo el mundo recomienda beber agua embotellada «por si acaso».

Tamadaba visto desde el Valle de Agaete

La huella de carbono (y de agua y de energía) del agua embotellada

¿Sabe cuánto CO2 libera a la atmósfera la fabricación de botellas, el embotellado y el transporte de agua para consumo humano? Hay muchos estudios científicos que han tratado de calcular la huella de carbono del agua embotellada. Por cada botella de litro y medio se liberan a la atmósfera entre 44 y 600 gramos de CO2, según qué estudio científico se consulte. A esto se suma el consumo de energía (entre 5,2 y 10,2 MJ por cada botella de un litro) y de agua (17,41 litros por cada botella de un litro). Porque para embotellar un litro de agua no sólo se gasta el litro que va dentro de la botella. La planta de fabricación de botellas consume agua para la producción, y a esto se suma el embotellado y el transporte hasta sus manos.

Por estos motivos, Casa Mimosa le anima a evitar comprar agua embotellada siempre que sea posible.

¿Se puede beber el agua del grifo en Gran Canaria o hay que comprar botellas?

Afortunadamente, en Gran Canaria el agua del grifo sí es potable. Observará que la población local nunca bebe agua del grifo y, si les pregunta, le recomendarán siempre comprar agua embotellada. Lamentablemente, esto era necesario hace años. Cuando yo me crié en Las Palmas en los años 70 y 80, el agua que salía del grifo venía de una potabilizadora que extraía y desalaba agua del mar. No se recomendaba beberla y tampoco apetecía porque el sabor era espantoso.

Desde entonces han cambiado algunas cosas. Hoy en día el agua del grifo de toda España es potable, incluida la de Gran Canaria. La calidad del agua de la ciudad de Las Palmas, aunque sigue procediendo de la desalinizadora, es de las mejores de España según un estudio reciente de la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU). A pesar de que la calidad del agua es excelente, no se puede decir lo mismo de su sabor. En Las Palmas el “agua del chorro”, como decimos aquí, sigue teniendo un regusto a cloro que no es agradable al paladar. Pero en cuanto uno sale de la capital hacia las medianías el sabor mejora.

La Universidad de Las Palmas hizo un estudio del agua de la isla en 2021 y encontró que es perfectamente segura y cumple todos los indicadores necesarios. El autor del estudio señalaba además que el agua del grifo cumple una normativa de salubridad mucho más estricta que las aguas embotelladas y que es el alimento más vigilado de todos los que consumimos.

¿Por qué los canarios siguen bebiendo agua embotellada?

La calidad del agua ha mejorado mucho desde que yo crecí en Gran Canaria, pero al parecer no ha habido voluntad política de cambiar su mala imagen entre la opinión pública. No es de extrañar si se considera el poderío económico de las empresas que tienen interés por seguir vendiendo agua embotellada, empezando por Coca-Cola y continuando por Nestlé. En muchos casos, el agua que embotellan y venden estas empresas es del grifo.

Eso, unido a que el sabor del agua en Las Palmas sigue siendo mejorable, ha contribuido a que la leyenda del agua insalubre se perpetúe. La población no sabe a ciencia cierta si el agua se puede beber, pero en vez de informarse, la mayoría prefiere seguir bebiendo agua embotellada “por si acaso”.

¿Se puede beber agua del grifo en el Valle de Agaete?

En el Valle de Agaete tenemos el privilegio de que el agua no sólo es potable y perfectamente segura, sino que su sabor es sorprendentemente bueno. De hecho, en la parte alta del Valle aún se pueden ver los restos de la antigua embotelladora de “Aguas de Agaete”. El agua de Agaete era una de las más preciadas en la isla, junto con la de Firgas, la de San Roque, la de Teror y la de los Tilos de Moya, que era la que bebíamos en mi casa. Casi en cada pueblo había una embotelladora. En Arucas fueron más listos y se dedicaron a destilar ron (si le gusta el ron, no deje de probarlo. Se llama Arehucas.)

Si se está usted alojando en Gran Canaria le animamos a que llene su cantimplora con agua del grifo y evite acarrear botellas o garrafas sin necesidad.